El zen de los móviles



El zen de los móviles
por Debra Ann


Detengámonos un momento, respiremos profundo, pensemos y observemos.

Los móviles son atractivos. Atraen la atención hacia arriba y añaden color al espacio. Pero los móviles son más que eso. Hay un elemento menos conocido de los móviles que la mayoría de la gente puede no conocer a menos que tengan uno (¡como tú ahora!) y realmente se hayan detenido a pensar en ello. Así que parémonos y pensemos.

Un móvil colgante está en constante movimiento. A veces parece que está completamente quieto. Rara vez lo es.

La magia del móvil es la forma sutil en la que se mueve.

Esta sutileza tiene un propósito profundo. Tengo un móvil MCM rojo, negro y blanco en mi dormitorio principal. Me relajo en la cama, miro hacia arriba y observo las formas de colores abstractos mientras se mueven lentamente. Casi imperceptiblemente. Estoy seguro de que no se están moviendo. Entonces miro hacia otro lado durante unos minutos. Entonces mira de nuevo. Las piezas han cambiado de posición.

Serenidad ahora.

Mirar el móvil me resulta tranquilo y relajante, llenándome de una sensación de paz. Es zen. Muchas veces, con mi apretada agenda, no me fijo en el móvil durante días. Muchas cosas en nuestras vidas se dan por sentado, no se ven o no se ven plena y completamente por lo maravillosas que son. Puede pasar algún tiempo, y entonces levanto la vista y noto que las formas de colores se han movido desde la última vez que miré. Las formas están en constante, aunque a veces extremadamente sutil, evolución.

A veces hay una brisa que impulsa con confianza las formas y las mueve notablemente mientras observas. Otras veces parecen apenas moverse o parecen estar completamente quietos. Este es un arte que está en constante transformación. Metamorfosis constante. Eres dueño de una obra de arte que se convierte en cosas diferentes en diferentes momentos. Bonito color. Movimienot. Movimiento matizado que nunca notas. Es paz.

El móvil es.

El móvil es engañosamente sencillo. Sólo algunas formas de color. Y algo de alambre. No os dejéis engañar por esta sencillez. La belleza y el movimiento insinúan algo más complejo, algo más significativo, algo digno de tu atención y, sin embargo, lo hace, lo mires o no. Ésta es la belleza del móvil. Es mucho más que una simple fachada.

Este sencillo móvil de repente se convierte en un importante arte cambiante en movimiento. Se está reinventando continuamente. El móvil se convierte en mucho más que una simple decoración bonita para el hogar. Es un juguete danzante para nuestros ojos. Un ungüento calmante para nuestra mente. Un generador aleatorio de procesos de azar. Mientras estaba tumbado en la cama recuerdo haber levantado la vista para ver qué forma había tomado el móvil en ese momento. Este soy yo viviendo el momento. Miras tu móvil. Este eres tú, viviendo el momento.

La fuerza mágica caprichosa que mueve el móvil, también nos mueve a nosotros. Es un símbolo de la vida. Del esfuerzo de la vida. De aliento.

Este es el zen de los móviles.